UX, user centric, experiencia de usuario… Si tienes un negocio o formas parte de uno donde se lleven a cabo procesos digitales seguro habrás oído estos términos. El mundo online y los productos y servicios que en él se desarrollan tienen cada vez más en cuenta al cliente. Todo se plantea con el usuario como centro de todo y por ello han nacido metodologías de trabajo concretas basadas en la popular experiencia de usuario. Una de ellas es la conocida como Lean UX, la cual te vamos a explicar y desgranar en profundidad a lo largo de este artículo.
¿Qué es el método Lean UX?
En el mundo digital se ha instaurado en numerosas compañías una forma de trabajo enfocada en desarrollar y, sobre todo, optimizar o mejorar productos y servicios en función de hipótesis. Estas son planteadas teniendo siempre al usuario en el centro (user centric) y, dependiendo del comportamiento que tenga y si se cumplen o no las predicciones que se habían planteado, se ejecutarán los cambios o las acciones correspondientes. Es lo que llamamos metodología Lean UX.
No obstante, antes de entrar más en detalle en todo lo que rodea a este amplio concepto hay que dejar claro que se apoya en 3 pilares básicos. Son 3 principios que determinan el cómo proceder al aplicar el Lean UX: el Design Thinking, las metodologías ágiles de desarrollo y el Lean Startup:
El Design Thinking
Es la idea de trabajar centrándose directamente en lo que demanda el cliente y en ofrecerle para ello un producto eficaz y pensado para él. La idea surge en círculos académicos y universitarios norteamericanos de los años 70 y en el sector del diseño, pero se ha instalado y popularizado en general en el mundo digital.
Metodologías ágiles de desarrollo
Para confirmar o descartar las hipótesis planteadas cuanto antes e ir avanzando, en la metodología Lean UX se le da gran importancia a que los equipos operen rápido y de forma autónoma. Para que sean así de ágiles se recomienda independencia y grupos no demasiado grandes. Es lo que se engloba dentro de “metodologías ágiles de desarrollo”.
Lean Startup
Otra idea de trabajo muy instaurada entre las empresas tecnológicas de hoy en día. Tanto, que se calcula que actualmente más de la mitad de startups lo aplican. Este método consiste en trabajar apoyándose en la retroalimentación del cliente y la validación del producto por parte del usuario. O sea, un enfoque muy similar al que tiene la metodología Lean UX.
El concepto se apoya en el feedback que pueda ofrecer el usuario por su experiencia. De hecho, etimológicamente viene de esa misma palabra: apoyo. En cuanto a quién lo acuñó, fue Jeff Gothelf, un diseñador y conferenciante que la comunidad considera un auténtico gurú en lo relativo a la experiencia de usuario y usabilidad. Gothelf es quien en su libro “Lean UX: Cómo aplicar los principios Lean a la mejora de la experiencia de usuario” nos desvela el concepto y lo desarrolla en profundidad.
¿Cuáles son las fases de esta metodología?
Pero dejando atrás la parte del origen y lo teórico y volviendo al Lean UX como tal, centrémonos en su lado más práctico. Es decir, en cómo aplicar el Lean UX en los proyectos digitales que tan comunes son hoy en día. La respuesta es que se trata de un método compuesto por tres fases diferentes: crear-medir-aprender.
- Crear
Es la fase inicial y consiste en, primero, conocer y entender en profundidad qué necesidad tiene el usuario. A partir de ahí, hay que plantear hipótesis que ofrezcan una respuesta a esa necesidad. Para ello todo dependerá del sector, pero es habitual realizar investigaciones y estudios de mercado, análisis de competidores. benchmarks, y brainstormings.
- Medir
En esta segunda etapa los equipos se centran en crear soluciones prácticas en función de las hipótesis planteadas. Es decir, se pasa de las ideas y los planteamientos a la creación de betas y productos concretos. Extrapolando al ya citado Design Thinking y al original mundo del diseño, hablamos, por ejemplo, de la creación de wireframes exactos o de la construcción de prototipos que se pueden testear y probar con usuarios auténticos.
- Aprender
La última de las tres fases consiste en validar esas hipótesis planteadas y probadas con los usuarios. El objetivo es obtener datos concretos y fiables sobre la aceptación que pueda tener el producto o servicio. En esta etapa las herramientas que más se suelen utilizar son los conocidos como test A/B, los tests de usabilidad o los mapas de calor, entre otros.
Con todo ello, al final lo que se crea es lo que conocemos como Producto Mínimo Viable. Eso sí, a la hora de aplicar estas tres fases y el ciclo productivo del Lean UX en un producto lo que se busca es agilidad. Por eso, el propio Jeff Gothelf hace hincapié también en que el equipo debe cumplir las siguientes características:
- Reducido. Para que el proceso sea ágil y veloz cuantas menos personas haya, más rápido irá todo. Por lo tanto, si se trabaja con este método, lo más recomendable es no tener equipos de más de 10 personas.
- Versátil y multidisciplinar. Es clave contar con profesionales de todas las áreas que intervienen en un proyecto. Es decir que si, por ejemplo, hablamos de desarrollar una aplicación móvil, el equipo, además de los programadores, debe estar integrado también por diseñadores, un project manager, algún especialista de marketing, etcétera.
- Autónomo: también con el objetivo de ser lo más ágil posible, cuanto más independencia tenga el equipo y cada uno de sus miembros en la toma de decisiones y en el manejo de herramientas, mejor para todos.
Además, de manera subyacente, el propio autor apunta que el hecho de trabajar con grupos que cumplan estas tres características aporta otra ventaja clave. Todo el equipo se sentirá muy partícipe del proceso y su implicación en el mismo será mucho mayor. O, por lo menos, mucho más que con metodologías de trabajo convencionales en las que muchos trabajadores no dejan de ser una pieza más de un sistema de producción inmenso que funciona cual engranaje mecánico.
Los principales beneficios del método Lean UX
Y una vez explicado en qué consiste a nivel práctico y cómo aplicar el Lean UX, el por qué deberías tenerlo en cuenta es sumamente importante:
- Persigue la agilidad y los objetivos a corto plazo. Por eso, es ideal para acciones inmediatas y directas, ya sean nuevas o correcciones de lo ya existente. A ello ayuda el hecho de que es una metodología de naturaleza colaborativa en la que no se aplica tanta burocracia y comunicación interdepartamental. Elimina las idas y vueltas típicas entre los equipos de una compañía.
- A la larga suele resultar más rentable económicamente. La razón es que como los prototipos y/o mejoras que se van haciendo exigen validaciones cada poco tiempo, podemos ahorrar los costes que conlleva construir productos finales que, quizás, el usuario no desee. O, lo que es lo mismo, minimiza el riesgo de pérdidas económicas irreparables por un producto final ineficiente que no responde completamente a la demanda.
- Está orientado a resultados. Todo se mide con datos reales y demostrables, como son las propias confirmaciones o descartes que salen de las hipótesis planteadas.
- El usuario es el centro de todo. La metodología Lean UX al completo, de hecho, parte de esta filosofía en la que el desarrollo y la optimización de los productos y servicios se hace siempre con el usuario como eje.
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