Clic, clic, clic y clic. Lo que tardes en dar esos cuatro golpes con tu índice en el botón del ratón o sobre la pantalla del móvil, aproximadamente, es lo que tardas en comprar unos pantalones. Cuestión de unos cuantos segundos, si sabes a lo que vas. Ya ves. Comodidad y rapidez es lo que te ofrecen, por encima de todo, las cada vez más actuales tiendas virtuales. Fácil de comprender este nuevo escenario, ¿no? Quizás desde la visión del cliente sí. Pero, ¿también lo es para el vendedor que desea lanzarse a este nuevo mercado? A continuación, desgranamos lo que son las tiendas online y hacia dónde nos llevan como consumidores.
¿Qué es una tienda virtual?
En la actualidad entendemos por tiendas virtuales aquellos comercios que disponen de un sitio web o una aplicación en la que podemos realizar el proceso de compra de un producto o servicio de inicio a fin. Sin salir de casa, desde el trabajo, mientras esperamos en algún lugar… Basta con acceder a la tienda online de la marca que nos gusta para buscar, comparar y pagar por un producto que nos llegará en cuestión de horas.
Los también llamados ecommerce ya llevaban cierto tiempo experimentando un crecimiento importante. Las firmas de moda más poderosas, las grandes cadenas de supermercados nacionales, Amazon y competidores por supuesto… Todos ellos formaban parte del novedoso mundo de las tiendas virtuales y los marketplaces. A su vez, la tendencia crecía y cada vez ganaba más adeptos y, definitivamente, la pandemia de la COVID-19 ha acelerado todo el proceso.
Ahora estamos en un contexto en el que, tanto si somos usuarios como si tenemos negocios online, si no estamos en Internet, directamente no estamos. Sin ir más lejos, según un estudio de la consultora Oney, los españoles hemos hecho un 67% más de compras en tiendas virtuales durante la pandemia. A su vez, mientras en 2019 las compras online tan solo suponían un 1,5% del total, en abril de 2020 este porcentaje se había duplicado, alcanzando el 3,6%. Más aún había crecido en Madrid y Barcelona, pasando del 2,5% al 5%. Datos que muestran el crecimiento exponencial de la tienda virtual en web o vía aplicación.
Otras ventajas de las tiendas virtuales frente al comercio físico
Por otra parte, a este auge ayuda la gran diferencia económica que hay entre crear tiendas virtuales o invertir en espacios físicos. El gasto inicial es mucho menor, ya que hay menos costes fijos e iniciales que afrontar. Ese es otro de los grandes alicientes para lanzar un ecommerce en la actualidad.
Tampoco se exigen escasos requisitos legales para crear una tienda virtual. Tan solo hay que darse de alta en la Seguridad Social y respetar estas tres leyes:
- Ley de Ordenación del Comercio Minorista (LOCM)
- Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y Comercio Electrónico (LSSI)
- Ley de Protección de datos (RGPD)
A su vez, como gestor y propietario de un negocio online, deberás cumplir con las obligaciones fiscales correspondientes y es aconsejable implementar una plataforma de pago segura, lo cual genera confianza.
¿Cómo crear una tienda virtual hoy en día?
Cuando un sector crece surgen oportunidades de negocio de su mano. He ahí la razón de la proliferación y la profesionalización que se ha dado últimamente de muchas herramientas para crear tiendas virtuales. Shopify, WooComerce, Magento, Prestashop… Son los típicos programas a los que están recurriendo cada vez más empresarios y autónomos.
Sin embargo, aunque son plataformas ágiles y muy completas, muchas veces, por el tipo de tienda virtual que se desea montar y por las múltiples funcionalidades que ofrecen, es necesario recurrir a los servicios de desarrollo y diseño web de especialistas. ¿Por qué?:
- Porque te ofrecen desarrollar espacios de compra online que, aunque empleen las plataformas que hemos citado anteriormente, sean personalizados desde la creación de la tienda virtual.
- Porque, del mismo modo, también te dan consejos y libertad para escoger el diseño de la tienda virtual, para hacerla práctica, bonita y usable.
- Porque te explican todo paso a paso, facilitándote la futura gestión de la tienda virtual o de la aplicación en cuestión.
Una buena programación, un diseño óptimo y, por supuesto, un buen producto bien presentado generará buenas experiencias de compra y navegación a los usuarios del ecommerce. Y quien sabe si, gracias a esa buena experiencia ofrecida, conseguimos que vuelvan. Por lo tanto, apoyarse en especialistas en desarrollo y diseño web, así como emplear los programas para crear tiendas virtuales que más se adecúen a tu idea de negocio y producto son los mejores consejos antes de lanzar tu ecommerce.
Diferencias entre tiendas virtuales y tiendas de realidad virtual
Llegados a este punto, debemos aclarar algo. No son lo mismo las tiendas virtuales que las tiendas de realidad virtual. Ambos campos se han puesto muy de moda y van hacia un futuro en el que serán claves en nuestro día a día. No obstante, hay que saber qué es cada concepto. Así como ya hemos comentado a lo largo de estas líneas lo que es una tienda virtual, para la realidad virtual podemos decir que es un entorno de objetos y escenas que simula una realidad y que ha sido generado a través de un conjunto de técnicas informáticas.
O sea, que a las tiendas virtuales accedemos a través de aplicaciones o páginas web, mientras que a los espacios de realidad virtual lo haríamos como si fuera un lugar real. Este segundo concepto de la realidad virtual o realidad aumentada requiere de dispositivos como gafas o cascos que propicien esa experiencia. Por eso, uno de los ámbitos donde más éxito tiene y donde más se está desarrollando la realidad virtual es en el campo de los videojuegos. Es lo que muchos llaman ya la tecnología del futuro.
No obstante, por si aún no está clara la diferencia entre ecommerce y la realidad virtual, pongamos un ejemplo. Siguiendo el caso con el que abríamos este artículo, cuando compres tus pantalones desde el móvil por una aplicación o sitio web, estarás comprando en una tienda virtual. Si, por el contrario, necesitases de unos cascos o unas gafas con las que sumergirte en una experiencia sensorial que simule el proceso de compra tradicional de ir y entrar en una tienda física, estaríamos hablando de comprar en una tienda de realidad virtual. En fin, que la auténtica realidad es que el futuro y lo virtual ya están aquí y se van a quedar.