Ya contáis con una nueva aplicación móvil para vuestra empresa u organización, una app desarrollada a medida para vosotros. Os habéis cerciorado de que es exactamente lo que habíais pedido para vuestro proyecto, o lo que vuestros clientes o usuarios necesitan. ¿Esto es todo? Para empezar sí, pero ahora es imprescindible contar con un buen soporte técnico y el adecuado mantenimiento de la aplicación.
Sí, estamos hablando más o menos de lo que imaginas. Exactamente igual que cualquier otro tipo de software, una app, ya sea hecha para funcionar en Android o en iOS, necesita un mantenimiento, que nos asegure que el funcionamiento sea siendo el correcto, y un soporte técnico que nos pueda resolver cualquier incidencia que tenga lugar.
Mantenimiento y soporte técnico de una aplicación: corregir y adaptarse
Todas aplicaciones sin excepción necesitan tener detrás un soporte técnico que responda con celeridad ante cualquier problema o fallo imprevisto. Lo óptimo es contar con un servicio proporcionado por expertos en la creación de aplicaciones. No es imprescindible, pero puede ser un plus interesante que el mantenimiento de vuestra app lo lleven sus creadores. El soporte técnico debe incluir la reparación de errores o bugs que surjan con el tiempo, y que sean reportados por el propietario de la app o por cualquier usuario. A esto se llama mantenimiento correctivo.
Los sistemas operativos de los dispositivos móviles cambian. Cualquier usuario de un smartphone sabe que, de forma periódica, tanto Android como iOS se actualizan. La consecuencia de esto puede ser que vuestra aplicación empeore su rendimiento o muestre algún fallo de seguridad. Y en caso extremo que no funcione. Por esta razón es necesario que la aplicación esté adaptada a la última versión de los sistemas operativos. Cada vez que se libere un nuevo sistema habrá que testear la aplicación y, si es necesario, introducir los cambios necesarios para que todo siga funcionando con normalidad.
Lo mismo podemos decir de la adaptación a los nuevos dispositivos. El mercado se renueva continuamente y no dejan de aparecer nuevos teléfonos móviles y tablets. El mantenimiento de una aplicación incluye asegurarse de que funciona de forma correcta en dispositivos cada vez más potentes. Tienen que ejecutarse bien y es conveniente testear que no surja algún bug imprevisto. En estos dos casos estamos hablando de mantenimiento adaptativo.
Razones de sobra para actualizar y mejorar tu aplicación
Más allá de las actualizaciones estrictamente necesarias de una app, siempre hay espacio para la mejora. Una vez está garantizada la seguridad y el rendimiento de una aplicación, una empresa puede estar interesada en ofrecer una mejora.
Exactamente igual que en el caso de una web, puede llegar el momento de cambiar el diseño de la app. También es muy interesante ofrecer una nueva funcionalidad, es decir, darle una utilidad adicional a la aplicación. El rendimiento de la app siempre es susceptible de ser mejorado y también pueden surgir nuevos requisitos legales que cumplir. A veces lo mejor es anticiparse a ellos. Ahora estamos hablando de mantenimiento evolutivo.
Tanto Google Play como App Store acostumbran a dar más visibilidad aquellas aplicaciones que se actualizan. Además, piensa que un usuario que llegue hasta la página de descarga de tu app, dentro de una de las tiendas oficiales, y veo que lleva mucho tiempo sin actualizarse, probablemente se lleve una mala imagen del producto.
Desde Google Play, por ejemplo, se limitó desde noviembre de 2022 el acceso a las aplicaciones que lleven más tiempo sin actualizarse. Las actualizaciones tampoco pueden ser meros cambios cosméticos, ya que lo que Google quiere es que están adaptadas a la versión más reciente posible de Android.